Lyrics
Tú crees que me fui porque vi la puerta abierta. Que llegué llorando, reventada de miedo, porqué me gustaba quedarme exhausta y vacía de dejarlo contigo.
Bonito, quemé todas mis cartas, no me quedaban pastillas para ser feliz, tampoco demasiado tiempo ni dinero para seguir viviendo dentro de la atmosfera irrespirable de tu aliento.
Ojalá hubieras tenido a mano una solución que no se agrietara con tanta facilidad. No sé, como una respuesta que no hubiese oído antes.
Podrías haberme dado más besos y menos excusas.
Quizás me equivoqué contigo y te quede algo de genuidad por alguna parte. Tal vez llevaras razón con lo de que yo fui el moho que empezó la podredumbre.
Yo sólo quería que me abrazaras como en las despedidas, que me metieras mano en la cocina, que te pusieras perdido de mi saliva viendo cómo me pierdo en cada una de tus huidas.
Que me animaras a recrearme en mi propia piel y me hicieras jurar que no soy de nadie, que nunca he necesitado apellidos.
¿No lo entiendes?
Sólo necesitaba algo sencillo, que me cogieras del dedo meñique, que cantaras una sola canción hablando de mí, quedarnos sordos de chillarnos al oído, perder la voz de la risa, llorar después de una carcajada, sonreír después del llanto.
Sólo necesitaba algo sencillo, que me cogieras del dedo meñique, que cantaras una sola canción hablando de mí, quedarnos sordos de chillarnos al oído, perder la voz de la risa, llorar después de una carcajada, sonreír después del llanto.
llorar después de una carcajada, sonreír después del llanto.
No lo pillas, guapito, sólo quería que fueras sincero todo este tiempo.
Ni un padre, ni un marido, ni un hijo, ni un imbécil.
Sólo que decidieras escogerme a mí con un tímido “me quedo” a ras de la duda, y un abrazo que me hiciera sentir que en el fondo siempre quise creerte y quererte tanto, tanto, tanto, que cuando me fui cerrando la puerta, lo único que se quedó abierto fueron tus heridas.